Ahora Sopla el Viento...

Es increíble muchas veces lo poco que agradecemos a la vida lo que nos ofrece.

Yo desde hace meses no hago más que agradecer lo que tengo, y no el plan como la peli de Camino que dice la loca de la madre que agradece la enfermedad de la cría (como lloro con esta peli, es increíble). Sino que doy gracias a diario por darme la consciencia necesaria en cada momento para comprender cada día un poco más este mundo tan perfecto y tan poco conocido a la vez.



Cambio de tercio: Últimamente estoy hablando con mucha gente que pretende aconsejarme sobre cosas que no sabe, o sobre cómo conseguir cosas que ellas mismas no han conseguido y no puedo más que mirarles con cariño.

Por ejemplo de mi forma de escribir. Vamos a ver: Mis textos no tratan de un rollo deprimente de esperanza, o de que necesites salir de tu propia existencia porque no eres feliz, o de mostrar mis sentimientos, que a veces ironizo tanto que les doy la vuelta y cuando acabo de escribir pienso diametralmente lo opuesto.

Parece necesario en algún momento aclarar el tono de mi blog, aunque por mi forma de ser diría que quien quiera aprender que vaya a la escuela, pero con lo mismo cariño con el que escribo te lo digo.

Para empezar, te comento que lo que escribo en mi blog es básicamente LO QUE ME DA LA PUÑETERA GANA. Esta bonita aplicación es gratis y tú mismo puedes escribir uno. Sólo tienes que tener una cuenta de Gmail y entrar en: https://blogger.com. Siento la aclaración, es para mi primer hater [fondo de risitas] Ahora en serio.



Esta tontería que nació como un recordatorio de rutas, lleva en pie desde 2.011, hace casi una década, así que lo de escribir para mi no es nuevo. Ahora mismo lleva casi 70.000 visitas, así que a por lo menos un par de personas les gusta, de lo cual me siento muy orgullosa. Así que bueno, a lo mejor no soy Chespir pero me interesa más aproximarme a Pérez-Reverte, que para eso es buen paisano mío.


Por otra parte, estoy segura de que hay quien lea mis líneas y que ya haya alcanzado su Nirvana emocional, es decir, que no tenga ningún trauma sin resolver, carencia espiritual, movida familiar absurda o paja mental indeterminada en la que piense mientras está en la ducha o cuando se levanta por la mañana, pero si eres una persona normal o incluso si tu umbral de normalidad está más alto que la luna, ay ay como la luna, como la lunaaaaaa.... (jijijiji) quizá puede ser a lo mejor.... que algo de lo que a mi me pasa o me ha pasado te pueda servir para recorrer un camino que yo ya he hecho y he resuelto.

Por supuesto que hay áreas de la vida que ya tengo equilibradas y otras que gracias a escribir estas líneas cada vez veo más balanceadas. El equilibrio total en todas las áreas de mi vida es el objetivo que voy a alcanzar, y de un modo inocente utilizo esta herramienta para hacerlo. Hay quien lo hace poniéndose fino filipino, lo cual es muy respetable (según la finura) y hay quien le da a la tecla. Cada loco con su tema, como decía Serrat.


Un denominador común en todos los objetivos vitales es mantener la calma y aceptar lo que la vida quiere enseñarte en cada momento. Cada momento de cambios ha sido increíblemente liberador y me ha mostrado aspectos de mi interior que no conocía y gracias a ponerme el espejo delante la vida me lo ha ofrecido para regalarme una enseñanza, integrarla en mi interior y subir un escalón hacia la plenitud. 

Cuando eres feliz (o al menos lo intentas) se te nota, sonríes, quieres que todo el mundo a tu alrededor lo sea, compartes tu felicidad con generosidad y esta se multiplica. 

Yo en estos momentos me siento feliz, soy increíblemente afortunada de trabajar en lo que me gusta, en el lugar más increíble de la Tierra (siempre según mi propio e intransferible criterio) y ganarme la vida con lo que me gusta y de lo que he estudiado, me lo he currado a conciencia (quien me conoce lo sabe) y además me lo he currado porque me gusta hacerlo, porque me hace feliz llegar a lo más alto que pueda, porque con eso doy ejemplo a los niños con los que he estado trabajando desde que tengo 19 años que empecé en el campo de la educación en valores, y llevo desde los 11 años en los asociaciones juveniles y toda la vida en la montaña.

Y me hice directora de tiempo libre en León, secretaria de actividades y vice de Hogar y Dama Almogávar en Sant - Yago 99. De esa época aprendí a dirigir personas, organizar grupos y actividades y dinamizar todo lo alcanzaba mi vista. Luego en la universidad, con 20 años, como no podía ser de otra manera, escuché la llamada del Consejo de Estudiantes de la UPCT, (hasta fui claustral) y me hice Representante de Asociaciones (ya era vieja conocida del Centro de Recursos, me he pasado infinitas tardes allí), organizamos varias ferias de asociacionismo, entré en la directiva de la RAU (Radio Actividad Universitaria), curioso que también tenía experiencia en la radio, en la de Canteras, cuando la fierecilla contaba con unos 15 años escasos y teníamos un programa en el colegio viejo... esto da para otra gran historia (la de toda mi vida) pero no es el momento ahora...

¿Sabes lo más curioso de todo esto? Que jamás pensé que nada de esto me serviría para absolutamente nada. De hecho durante un tiempo le di la espalda a esto porque creía que mi destino era otro, pero.... ¿qué te tengo dicho? Que el destino siempre interviene, siempre manda.

Ni siquiera sé por qué te he contado esto. Quizá para averiguar que has seguido leyendo con la curiosidad del que no quita la vista de un accidente de tráfico. Yo también lo hago.

Creo que el resumen-reflexión del día de hoy es que no puedes librarte del destino, ni de la verdad absoluta. Y si alguna vez has mentido o has hecho mal, el karma te lo devolverá. Y además lo sabes: si no la haces, no la temas.

¿Sabes qué? Que me encanta hablar contigo. Gracias por escucharme.

Buen camino :)



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