Me ha encantado conocer a esta mujer. Es menor que yo seis meses, lo que me hace sentir una afinidad muy especial, de las que te das cuenta en el primer encuentro. Nada más verme me dijo que sentía como que me conocía de toda la vida, y eso hizo que se me iluminara la cara. Las dos hemos ido a colegio femeninos de monjas, lo que nos da una complicidad especial con las mujeres de nuestra generación.
Quedamos el sábado por la mañana,
para hacer lo que le pedí que era una ruta por Fajardo. No me puso ningún
problema ante la amenaza de lluvia, ni tampoco a la petición de venir una hora
antes de cuando habíamos quedado para empezar con un desayuno en el Café Lab de
Casas del Rey. Al llegar me comentó con entereza que su abuelo paterno acababa de
fallecer y yo pensé podía con todo el derecho haberme anulado la cita, o
posponerla, pero cumplió su palabra y apareció a la hora prevista, en ropa de
deporte tal como le había pedido yo, porque quería llevármela al monte a hacer
la entrevista, y con todo el buen ánimo del mundo.
Tenía ganas de conocerla porque me
parece muy importante aprender de personas que han llegado más lejos que tú,
pienses lo que pienses de ellas (y lo puedes pensar lo que quieras porque no
las conoces). Lo primero que aprendí de esa mañana fue que, si quieres que te
tomen en serio y avanzar en la vida o en lo que te propongas, lo primero es
cumplir tus compromisos. Pase lo que pase. Eso incluye todo: trabajo, amistad,
pareja… Si das tu palabra, si confían en ti para lo que sea que tú libremente te
has comprometido, tienes que hacerlo. Punto.
Estuvimos más de una hora en la
cafetería, charlando de todo lo que quise saber sobre su trabajo. Ya sé que
muchas personas hubieran querido hacerle otro tipo de preguntas, o atacarla por
otros derroteros, pero era yo quien estaba ahí, la entrevista la concerté yo y
era mía, por tanto, le pregunté lo que yo quise.
Realmente lo que más me preocupaba
y lo primero que le pregunté fue: ¿Qué va a ser de nosotros cuando tengas otras
cosas más importantes que hacer que dedicarte en cuerpo y alma al deporte? Y me
contestó con una naturalidad que mantuvo durante todo el tiempo.
Es importante saber que Noelia
está oficialmente de excedencia de un puesto en la empresa privada, para el que
se sacó su titulación universitaria y su posterior máster. No tiene miedo a que
se acabe su vida pública porque su puesto indefinido la está esperando. Eso le
da una tranquilidad que se ha buscado, no es casualidad. Su titulación (Licenciada
en Comunicación Audiovisual) y posterior empleo en medios de comunicación
regionales le ha dado las técnicas y las destrezas necesarias para ejercer lo
que luego sería el eje de su vida política, la comunicación ejercida en la
portavocía del Gobierno Regional.
Se le nota que disfruta con su
trabajo, ya nos gustaría que muchas personas y sobre todo políticos fueran así.
Por supuesto que tiene fallos, como tu y como yo, pero el mensaje que me ha
transmitido es de una mujer comprometida con su trabajo, con la gente que ha
confiado en ella. Hace unos años era en el Gobierno de la Región de Murcia,
ahora es en la Vicealcaldía de Política Social y Deportes del Ayuntamiento de
Cartagena y dentro de unos meses será la máxima dirigente en el Consistorio de
Cartagena. Y su actitud será la misma, porque es así. Comprometida.
Estoy segura que si estuviera
encargada de cualquier otro trabajo lo haría igual, sólo que tiene la suerte de
hacer lo que le gusta, porque se ha preparado para ello, y es así.
Emilio Duró preguntaba: ¿Cuáles son
las características del empleado ideal? Y la respuesta es: Optimista, responsable,
con lealtad, que dé la cara ante las dificultades… y seguía: ¿Y las características
del novio ideal? Y la respuesta es: Optimista, responsable, con lealtad, que dé
la cara ante las dificultades. El que es de una forma lo es igual fregando los
platos o gestionando una ciudad, eres lo máximo que eres en lo mínimo que
haces.
Yo no me fío de un novio que en
su trabajo engaña a los proveedores, porque contigo hará lo mismo, no me fío de
quien es conflictivo en su casa porque fuera será igual. Es una forma de
conocer a las personas: espera a que haya una oportunidad que haga que esa persona
actúe por instinto y verás lo que hay en su corazón.
Yo he tenido la suerte de conocer
a personas de todas las ideologías y contextos vitales y elijo una mañana de
sábado para conocer a Noelia Arroyo y hablar de tú a tú, como a nosotras nos
gusta, tomando un café y paseando, sin conflictos, sin preguntas capciosas ni
segundas intenciones. Quería conocer a una mujer a la que admiro, la busqué y lo
hice. Igual que ha hecho ella con su trabajo, lo persiguió y lo hizo, rompiendo
el maldito techo de cristal que aún se nos resiste. Desde aquí quiero
agradecerle su amabilidad y su trato conmigo. Te deseo muchos éxitos en todo lo
que te propongas, Noelia.
Feliz camino :)
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