Déjame que te cuente cuál es la verdadera cara de
perseguir sueños, la de cumplir objetivos vitales, la de la libertad, el
atreverse a ser tú mismo y no tener que doblegar el lomo ante nadie porque no
necesitas las migajas que te echan a los pies.
Nadie te lo ha contado, ¿verdad? La verdadera cara
de conseguir lo que quieres. La vida que quieres, el respirar sin coacción, sin
miedo ni ansiedad, tener el alma y el corazón serenos, porque así es como lo
quieres sentir. Todos los trapos sucios que vas dejando por el camino y
que intentas ocultar debajo de alfombras tan finas como lo es la moral de quien
te ha ayudado a conseguirlos.
Un camino que nunca sabes qué es lo que te va a
traer, pero tú estás entrenado de forma que te da igual lo que encuentres,
porque siempre terminarás sacando la enseñanza positiva de ello y seguirás
hacia la meta.
Es precioso, inspirador y hasta bucólico
con música de fondo, cuando ves al héroe de la película luchando a pecho
descubierto contra el monstruo negro de la última pantalla que le está dejando
la cara hecha un mapa, pero te aseguro que en aquel momento a Atreyu no le
estaba haciendo ni puñetera gracia.
Nadie te lo ha contado pero el camino del
guerrero es aterrador, como la muerte en sí misma. El proceso de cambio, la
incertidumbre y el camino que has de recorrer para encontrarte con un ser que
aún no conoces, que es tu "yo" del futuro, es jodidamente
insatisfactorio, frustrante y agotador el 99% del tiempo.
Sea lo que sea que estés persiguiendo:
hacer crecer una empresa, prepararte para un trabajo mejor, aumentar tu autoestima
para atraer la pareja que mereces o salir del armario, todo lo que requiera un
proceso de cambio es doloroso, retador e incomprendido. Sobre todo, cuando va
en contra del sistema establecido, como es en la mayoría de los casos.
A veces no es posible encontrar el truco
de hacerlo divertido, motivador o tan emocionante que te haga volar en lo que
vas a conseguir y con ello serás feliz. A veces simplemente tienes que hacer lo
que tienes que hacer, con disciplina y sin llorar. Aguantando que personajes y
personajas que anidan en lugares más cómodos que tú por méritos cuestionables,
te miren por encima del hombro, creyéndose mejores que tú por haber
recibido una tarjeta black para gastar a placer, como premio a haber
encajado en la talla del yugo.
En muchos casos, estos premios pactados
crean una confusión en el sujeto receptor que le hacer creer que realmente
merece tal reconocimiento, y no ven que es sólo es una galletita que se le da
para que continúe siendo la marioneta del amo que se las proporciona. El
inteligente debe saber que este “premio” no es real, que no debe caer seducido
por falsas alabanzas (a veces solo tienen que mirarse al espejo con sinceridad
para verlo claro), y que debe tener cuidado con lo que le piden a cambio.
No se deben hacer movimientos en contra
de tus propios valores personales, aun cuando hacerlo suponga perder la
galletita. Estamos asistiendo a un baile de favores en los medios de
comunicación (entre otros sectores) en los cuales se hace creer a los no
letrados que el poder está donde ellos nos quieren hacer creer que está a
cambio de… ¿adivinas?
Afortunadamente, Twitter ya es un
adolescente y con él, en teoría disfrutamos del periodismo sin censuras 3.0,
que remueve algunas conciencias y despierta preguntas que nunca nos haríamos de
seguir dormitando en la matrix.
Pero ¿quién realmente tiene el poder de
influenciar y de hacer obedecer?
“El poder reside donde los hombres creen
que reside. Algunos dicen que el conocimiento es poder. Algunos nos dicen
que todo el poder proviene de los dioses. Otros dicen que deriva de la ley.
Sin embargo, a veces hay reyes y dioses que se muestran tan impotentes como
cualquier campesino en la multitud” (Lord Varys, GOT)
Si logras que el poder resida en ti mismo
y pase lo que pase tienes la fortaleza y la capacidad de auto gobernarte, con
la fuerza que te ha dado llegar al final de tu camino del héroe y conocer por
fin a la persona en que te has convertido… Nadie tendrá más
poder que tú.
Buen camino :)
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